El derrame de petróleo es un problema muy grave para el ecosistema marítimo de la zona, que afecta, principalmente, a los factores ambientales de fauna y flora, y ocasiona graves consecuencias.
Por luisnoblecilla. 31 enero, 2022. Publicado en El Tiempo (Suplemento dominical), el 30 de enero de 2022.
La afirmación que el petróleo es más ligero que el agua de mar es correcta, esto se demuestra fácilmente realizando una comparación numérica entre las densidades que presentan estos líquidos: el petróleo posee una densidad de 800 kg/m3, la cual es menor en relación a los 1020 kg/m3 aproximadamente del agua de mar; pero pensar que el crudo se encontrará sólo en la superficie y no contaminaría el fondo del mar ni acabaría con el ciclo marino si no se actúa con rapidez y eficacia para solucionar este problema, nos lleva a introducirnos en el campo del error.
Debemos tener en cuenta, en primer lugar, que el comportamiento del flujo en el mar no es estático, no es semejante a lo que ocurre en un estanque o dentro de una piscina, en donde no existen fuertes corrientes ni fenómenos que alteren el estado del fluido, y si decidimos verter petróleo sobre este escenario, este se encontrará flotando y sin movimiento anómalo debido a la diferencia de densidades descrita.
El comportamiento del flujo en el mar es más complejo, esto debido a los distintos escenarios que presentan las líneas de corriente del flujo como consecuencia de las fuertes corrientes marinas y a los distintos fenómenos que puedan presentarse en el interior (como la formación de vórtices).
Por ende, al presentarse un vertimiento de petróleo en el mar bajo estas nuevas condiciones, parte del contenido total del crudo sobre la superficie será trasladado hacia otras zonas al interior del mar, tanto de manera superficial como en profundidad, teniendo la certeza de que un grupo de partículas contaminantes del crudo llegan a tener contacto directo con los seres vivos y sedimentos que se encuentran en el fondo del mar. Asimismo, este contacto también tiene lugar en la orilla del mar, donde por acción de la corriente marina, partículas de petróleo son trasladadas hacia esa zona y, por adhesión, se unen con los sedimentos que se encuentran limpios para, posteriormente, ser arrastrados juntos hacia el fondo, por la misma acción del flujo, al momento en que el mar se retira de la playa.
Tratar de descifrar el comportamiento de las líneas de corriente del fluido en el mar es un tema muy complejo y extenso, pero si no se detiene el avance del traslado del crudo en el interior del mar puede complicar zonas antes no previstas dentro del problema. Esto nos lleva a pensar y tratar de comprender más a fondo lo que está aconteciendo; y quizás a algunos de nosotros, como también estoy seguro de que está pasando con pobladores que se encuentran cerca de la zona del derrame, les preocupa que parte del crudo continúe su curso y llegue a tener influencia en la zona en que se encuentran, para nosotros el norte del país. En un futuro cercano se puede tener la certeza de que no llegarán partículas hacia nuestro territorio, pero no tomar medidas crea incertidumbre sobre qué llegará a pasar a largo plazo.
El derrame de petróleo es un problema muy grave para el ecosistema marítimo de la zona, que afecta, principalmente, a los factores ambientales de fauna y flora, y ocasiona graves consecuencias como por ejemplo: el envenenamiento de organismos vivos debido a los componentes tóxicos del crudo; también se debe tener en cuenta que el derrame de petróleo crea una capa sobre el agua que impide la entrada de la luz solar, provocando que las especies vegetales no realicen la fotosíntesis, y finalmente ocurra la preocupante alteración de la cadena alimenticia a la cual pertenecen estas especies. Asimismo, si el petróleo contiene componentes químicos más nocivos, al evaporizarse, el problema afectaría directamente a la atmósfera de la zona. A la fecha, se han registrado pérdidas de especies que forman un eslabón importante en la cadena alimenticia del mar impidiendo que siga su ciclo.
Este problema se asemeja a una enfermedad, la cual, si no es tratada a tiempo, empieza a crecer su gravedad hasta terminar en consecuencias más lamentables, entre los cuales está el riesgo de no afectar sólo el ecosistema marítimo de la zona, sino que se traslade y abarque más territorio de nuestra costa peruana.
Que no sea ajeno a nosotros la situación que viene atravesando la población que trabaja bajo estos insumos contaminados (pescadores y restaurantes), su economía se ha reducido considerablemente y en muy corto tiempo.
Para concluir, se debe crear conciencia de que el problema no sólo es superficial, el contaminante ya se encuentra en otras zonas del interior del mar y los ecosistemas marítimos son muy difíciles de recuperar, todo depende de la penetración del petróleo en el mar, así como en la arena y fango del fondo, este último tarda mucho más tiempo en descomponerse y recuperarse. El daño ya se encuentra hecho, solo queda exhortar a la empresa responsable y a las autoridades para que actúen con mayor rapidez y eficacia en la limpieza de nuestro mar.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.